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Argentina en la lucha contra la obesidad infantil: entre los países más afectados de Latinoamérica

Recientemente, UNICEF ha alertado sobre la preocupante situación de sobrepeso y obesidad infantil en América Latina, y Argentina se encuentra entre los tres países más afectados por esta problemática. Este informe revela que el sobrepeso afecta al 12,6% de los niños menores de 5 años en Argentina, situándola entre los cinco países de la región con mayores índices de sobrepeso en esta franja etaria.

Ante esta realidad, MisionesCuatro buscó la opinión de la nutricionista Valentina Arévalo, quien destacó que la obesidad es una enfermedad con múltiples factores involucrados, incluyendo aspectos genéticos, ambientales, sociales y socioeconómicos. Enfatizó que la vida acelerada actual y la preferencia por comidas rápidas y procesadas contribuyen a esta problemática. Arévalo señaló que Argentina lidera en América Latina en tasas de sobrepeso y ocupa el segundo lugar en obesidad en niños menores de 5 años y de 5 a 19 años, lo cual es alarmante.

La especialista explicó que la obesidad en niños tiene raíces genéticas y está influida por la alimentación materna, destacando la importancia de no reducir este problema complejo a un solo número o causa. Enfatizó la necesidad de considerar otros factores como enfermedades asociadas y hábitos de vida.

Arévalo promueve un enfoque en el cambio de hábitos y aboga por una evaluación integral que considere factores como el peso para la altura y el peso para la edad en función del sexo, la edad y la altura de los niños. Subrayó la relevancia de la alimentación, señalando el alto consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas, así como la falta de opciones saludables en entornos como escuelas y clubes, junto con la fuerte influencia del marketing en la promoción de estos productos.

La especialista destacó que pequeños cambios en la forma de cocinar y preparar alimentos pueden marcar una gran diferencia en la lucha contra la obesidad infantil. Aconsejó opciones de cocción más saludables, como el horno o la plancha, que pueden ser económicas y tener un impacto positivo a largo plazo.