Argentina se suma al grupo BRICS tras intensas gestiones diplomáticas de Brasil, China e India
En un relevante avance diplomático, Argentina ha conseguido su ingreso al prestigioso consorcio BRICS, una coalición que abarca a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Esta decisión histórica fue alcanzada de manera unánime durante la sesión de clausura de la cumbre regional celebrada en Johannesburgo. Sumándose a este escenario multilateral, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos también se han unido a las filas de los BRICS. La inclusión de Argentina se materializó gracias a las presiones diplomáticas ejercidas principalmente por China, Brasil e India.
La culminación de deliberaciones que abarcaron tres días en la capital sudafricana vio a los representantes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica ponerse de acuerdo sobre la admisión de Argentina, ampliando así el grupo BRICS. Esta cumbre marcó el decimoquinto encuentro del foro, donde líderes de China, Brasil, India y Rusia se reunieron bajo la guía hospitalaria del presidente sudafricano Ciryl Ramaphosa.
Cabe destacar que Sudáfrica abogó por limitar las discusiones de esta reunión exclusivamente al criterio de admisión, una postura que gradualmente perdió tracción a medida que avanzaban las discusiones. Surgieron desacuerdos inicialmente en relación al momento y el número de países que podrían buscar la membresía.
Aunque el presidente argentino, Alberto Fernández, declinó la invitación para asistir a la cumbre, él y el canciller Santiago Cafiero de Buenos Aires trabajaron diligentemente entre bastidores para respaldar la iniciativa, respaldada especialmente por Brasil, el principal socio comercial de Argentina. Debido a la diferencia horaria (5 horas adelante de Buenos Aires), el presidente Fernández estaba listo para anunciar la noticia de la inclusión de Argentina en BRICS temprano en la mañana del jueves.
Entre las 23 naciones que buscaban ingresar a este grupo exclusivo se encontraban Argentina, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto e Irán. BRICS, que surgió en 2008 como un consorcio de economías emergentes ricas en recursos naturales y con un crecimiento sustancial del PIB, sirve como contrapeso a la influencia económica global de Estados Unidos. Cabe señalar que China y Rusia, ambos miembros de BRICS, están alineados en el conflicto en curso en Ucrania.
Desde 2011, cuando Sudáfrica se incorporó a BRICS, el consorcio se mantuvo sin expansión. Durante cada cumbre, los participantes proponen un candidato de sus respectivos continentes para su consideración. En este caso, Luiz Inacio «Lula» da Silva de Brasil, debido a su relación amigable con el presidente argentino Fernández, abogó fervientemente por la inclusión de Argentina. Esta medida ha fortalecido el grupo BRICS, que en conjunto representa el 23% del PIB global, el 18% del comercio global y el 42% de la población mundial.
Dilma Rousseff, ex presidenta de Brasil, ha dirigido el Banco de Desarrollo del BRICS desde marzo, sucediendo al diplomático brasileño Marcos Prado Troyjo. Establecido en 2015, el Banco de Desarrollo tiene como objetivo proporcionar una alternativa al Banco Mundial y al FMI, invirtiendo 30 mil millones de dólares en proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en los estados miembros y economías en desarrollo.
Rousseff recientemente enfatizó la intención del Banco de otorgar préstamos denominados en monedas brasileñas y sudafricanas, una medida destinada a reducir la dependencia de los dólares estadounidenses en las transacciones. Lula también abogó por una postura más generosa por parte del Banco, instando a políticas financieras que mitiguen las desigualdades globales.
Durante la cumbre, China e India abogaron por expandir la membresía del consorcio, fomentando el multilateralismo y evitando la creación de bloques más pequeños. Esto concuerda con los principios fundacionales del consorcio y con las declaraciones del presidente chino Xi Jinping y el primer ministro indio Narendra Modi a favor del crecimiento del foro.
Fuente: El Territorio