El Gobierno Nacional Implementa Recortes Estructurales: Se Disolverá la Casa de la Moneda y Otros Organismos
El Gobierno argentino ha tomado la decisión de disolver la Casa de la Moneda y otros cinco organismos descentralizados en un esfuerzo por reducir la estructura del Estado. La medida forma parte de un plan integral que busca optimizar gastos y reestructurar la administración pública. La oficialización de esta decisión se anticipa para los próximos días, según fuentes cercanas al presidente Javier Milei.
La Casa de la Moneda, creada en 1875, ha sido la responsable de la impresión de billetes y la acuñación de monedas de curso legal en Argentina. Sin embargo, bajo el nuevo plan, las tareas que tradicionalmente cumplía esta institución serán adjudicadas a empresas privadas mediante un proceso de licitación, o incluso se considerará la importación de los billetes necesarios para el Banco Central.
La disolución de la Casa de la Moneda implica también el despido de todos sus empleados, un paso que ha generado preocupación entre los trabajadores y sindicatos del sector. Este organismo, que en la actualidad es presidido por Daniel Méndez y opera bajo el Ministerio de Economía, se encarga no solo de la producción de moneda, sino también de la fabricación de sellos postales, estampillas fiscales y otros documentos de seguridad, todos bajo estrictos estándares de calidad.
A pesar de que la Casa de la Moneda no recibe una partida específica del Presupuesto Nacional, sus gastos son supervisados y aprobados por el Ministerio de Economía. En el informe correspondiente al año 2022, la entidad reportó un déficit estimado de 3.732 millones de pesos, casi el doble del déficit registrado en 2021, lo que ha llevado al Gobierno a cuestionar su viabilidad.
Además de la Casa de la Moneda, se eliminarán otros cuatro o cinco organismos descentralizados. Esta revisión está siendo dirigida por el secretario de Empresas y Sociedades del Estado, Diego Chaher, y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. Se espera que esta reestructuración genere un debate sobre el futuro de varias entidades estatales que podrían ser consideradas innecesarias en el nuevo contexto económico.
Las decisiones del Gobierno han generado opiniones divididas. Mientras algunos consideran que es un paso necesario hacia la eficiencia y la reducción del gasto público, otros advierten sobre el impacto social y laboral que estas medidas podrían tener en los empleados afectados. El clima de incertidumbre se intensifica, a medida que se espera que más detalles sobre la implementación de estas reformas sean revelados en las próximas semanas.
