Salud

El Horario de Acostarse que Favorece la Salud Cardíaca: Revelaciones de un Estudio

La prestigiosa Universidad de Harvard, en colaboración con la revista European Heart Journal-Digital Health, ha realizado un estudio en el que participaron más de 88,000 personas con edades comprendidas entre los 45 y 79 años. El objetivo: determinar el momento óptimo para acostarse y promover una salud cardiovascular óptima. La falta de sueño, vinculada a la agotadora rutina moderna, puede tener impactos negativos en la productividad, la salud y el bienestar. ¿Existe realmente un horario ideal para acostarse que contribuya a una buena salud del corazón?

El reciente estudio se sumerge en esta pregunta y sugiere que las personas que se duermen entre las 10 y las 11 de la noche podrían estar menos propensas a desarrollar enfermedades cardíacas en comparación con aquellas que se acuestan más temprano o más tarde.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron un grupo de más de 88,000 individuos de entre 45 y 79 años. Estos participantes fueron sometidos a una vigilancia del sueño a través de dispositivos en sus muñecas durante una semana, y además completaron cuestionarios sobre su estilo de vida y hábitos. Posteriormente, se rastrearon posibles problemas cardiovasculares y ataques cardíacos en estos mismos voluntarios durante cinco años y medio. Los resultados mostraron que aquellos que se dormían entre las 10 y 11 de la noche tenían un 25% menos de probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares en comparación con quienes se dormían antes o después de ese rango horario. Aquellos que iniciaban su sueño antes de las 10 p.m. tenían un riesgo del 24%.

Según los investigadores, acostarse en horarios poco convencionales puede afectar el ritmo circadiano, un mecanismo esencial para regular las funciones vitales del cuerpo. Alejandro Andersson, médico neurólogo y director del Instituto de Neurología de Buenos Aires, explicó que existe una relación directa entre el ritmo circadiano y la hormona melatonina, encargada de inducir el sueño. Acostarse antes del rango recomendado puede dificultar la conciliación del sueño debido a la falta de secreción adecuada de melatonina. Por otro lado, acostarse demasiado tarde puede aumentar el riesgo de privación del sueño y sus consecuencias.

No obstante, además del horario sugerido por la investigación, hay otros factores a considerar al decidir cuándo irse a dormir. Pablo Ferrero, experto en medicina del sueño y director del Instituto Ferrero de Neurología y Sueño, señala que la elección de la hora de acostarse también depende del «cronotipo» de cada individuo, es decir, su biología, estilo de vida y actividades. Además, la Fundación del Sueño de los Estados Unidos enfatiza que no hay una regla única que funcione para todos, ya que factores como la edad, la ubicación geográfica, el estilo de vida y las preferencias personales también entran en juego.

Por tanto, establecer una rutina de sueño coherente y adecuada es crucial para la salud en general. Rosana Gogorza, médica neuróloga especialista en bienestar y calidad de vida, enfatiza la importancia de mantener una hora constante para acostarse y levantarse, incluso durante los fines de semana. Aunque mantener una rutina perfecta puede resultar desafiante, aplicar un enfoque más flexible, como el método 90/10 propuesto por Gogorza, puede ser beneficioso para mantener un equilibrio.

En última instancia, el sueño es un pilar fundamental para la salud y el bienestar. Además de considerar el horario, aspectos como el ambiente de descanso, la comodidad de las almohadas y sábanas, y la consistencia en los horarios contribuyen a una experiencia de sueño de calidad. A medida que la vida moderna desafía las rutinas regulares, priorizar el descanso y adoptar prácticas saludables en torno al sueño puede tener un impacto positivo en la salud cardíaca y el bienestar general.

Fuente: La Nacion