El rol del azúcar en la alimentación de las células cancerosas
El debate sobre el papel del azúcar en la dieta de los pacientes con cáncer ha sido un tema recurrente entre especialistas en nutrición oncológica. Existe la creencia de que evitar los dulces puede ayudar a combatir la enfermedad, sin embargo, los expertos señalan que, si bien una dieta saludable es importante, privar de azúcar a un tumor no es la solución.
La idea de que «el azúcar es el alimento del cáncer» tiene sus raíces en la década de 1920 cuando un fisiólogo alemán observó que algunas células cancerosas consumían más glucosa que las células sanas. Esto dio lugar a dietas bajas en azúcar que afirmaban curar el cáncer. Actualmente, alrededor de un tercio de los pacientes con cáncer en Estados Unidos y Europa evitan expresamente el consumo de azúcar.
Los especialistas aclaran que si bien una dieta alta en azúcares añadidos puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer a lo largo de la vida, eliminar el azúcar no afecta los tumores ya existentes. Todas las células, incluido nuestro cerebro, necesitan glucosa para funcionar adecuadamente. Por lo tanto, la mejor manera de alimentarse durante el tratamiento del cáncer o para reducir el riesgo de desarrollarlo es mediante una dieta equilibrada y saludable.
Si bien el azúcar no es una sustancia cancerígena en sí misma, el consumo excesivo de azúcares añadidos, presentes en productos como galletas, pasteles y refrescos, ha sido relacionado con un incremento en el riesgo de desarrollar cáncer. Esto se debe a que el exceso de azúcar puede provocar inflamación crónica en algunas personas, dañando células que posteriormente podrían convertirse en cancerosas. Además, el consumo excesivo de azúcares añadidos disminuye la inmunidad, facilitando la propagación de células cancerosas. También puede afectar el metabolismo, llevando a condiciones como la obesidad y la diabetes, que aumentan las probabilidades de desarrollar cáncer.
A pesar de la creencia popular, eliminar el azúcar después de recibir un diagnóstico de cáncer no detiene ni desacelera el crecimiento del tumor, ya que, en este punto, el cáncer en sí mismo es el responsable del crecimiento celular. Por lo tanto, privarse del azúcar no es una solución efectiva.
Los especialistas coinciden en que no es necesario eliminar completamente el azúcar presente de manera natural en alimentos como lácteos, frutas y verduras. Sin embargo, se recomienda evitar los azúcares añadidos y seguir una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras naturales. Algunos estudios sugieren que las dietas mediterráneas pueden ser beneficiosas para reducir el riesgo de desarrollar cáncer.
En resumen, si bien una dieta saludable es importante en el tratamiento del cáncer y en la prevención de su desarrollo, privarse completamente del azúcar no es la solución. Lo más recomendable es seguir una dieta balanceada, evitar el consumo excesivo de azúcares añadidos y enfocarse en una alimentación equilibrada y rica en nutrientes.
Fuente: La Nacion