Santo Tomé se Suma al Programa de Voluntariado para Preservar el Tordo Amarillo
La ciudad de Santo Tomé participa activamente en el programa de voluntariado destinado a la protección del tordo amarillo (Xanthopsar flavus), una especie en peligro crítico que habita en los pastizales y humedales del Nordeste argentino. La amenaza principal para esta especie radica en la pérdida y transformación de su hábitat debido a cambios en el uso de la tierra, así como en el tráfico ilegal y la presión sobre su reproducción a través del parasitismo de cría y la depredación de nidos.
En la Reserva Natural Taji Poty de Santo Tomé, se están implementando medidas de vigilancia y protección para el tordo amarillo, incluyendo la utilización de cámaras para su seguimiento. La ciudad ha sido un punto de observación para aquellos interesados en avistar a esta especie en temporada.
Desde 2015, Aves Argentinas ha trabajado en colaboración con diversas instituciones y grupos locales, con la valiosa participación de voluntarios, para proteger las últimas poblaciones de tordo amarillo en las provincias de Corrientes y Entre Ríos. Esto se ha llevado a cabo a través del programa Guardianes de Colonia, que implica la labor diaria de un grupo de técnicos y voluntarios para monitorear y proteger las colonias reproductivas de la especie.
Las actividades de los voluntarios incluyen la búsqueda y seguimiento de nidos, el monitoreo con cámaras trampa y filmadoras, relevamientos de aves y vegetación, pesaje de pichones, la implementación de protecciones de nidos y la gestión activa de individuos, territorios y nidos.
La inscripción para este voluntariado estará abierta durante todo el mes de septiembre en el sitio web avesargentinas.org.ar. Los voluntarios tendrán la oportunidad de aprender técnicas de muestreo y manejo de aves, como la captura con redes de niebla, anillado, toma de medidas morfométricas y muestras de sangre.
Se busca a personas apasionadas por la conservación y la vida silvestre, con un espíritu aventurero y un interés genuino en el trabajo de campo, la observación de la biodiversidad y la toma de datos metodológicos. Si bien se valora la formación en disciplinas relacionadas, como Biología o Veterinaria, no es un requisito excluyente. Se priorizará a aquellos con experiencia previa en proyectos de campo.
Los voluntarios deberán tener al menos 18 años, estar al día con las vacunas antitetánica y contra la Hepatitis B, y demostrar habilidades para trabajar en equipo, una buena condición física y disposición para enfrentar condiciones de trabajo exigentes en el campo. La organización cubrirá la estadía y proporcionará el equipo necesario, pero los gastos de transporte desde el lugar de origen hasta la localidad de trabajo no estarán cubiertos.
La temporada de voluntariado comenzará el 27 de octubre y finalizará el 23 de diciembre, aunque las fechas exactas estarán sujetas al establecimiento de las colonias de reproducción. El tiempo mínimo de estadía es de 20 días, pero se dará prioridad a quienes puedan quedarse más tiempo. Los puntos principales de llegada serán Gualeguaychú en la provincia de Entre Ríos, y Santo Tomé o Alvear en la provincia de Corrientes.
Fuente: El Territorio