Se cumplen 50 años del último discurso de Perón
El 12 de junio de 1974, Juan Domingo Perón se dirigió al pueblo argentino desde el balcón de la Casa Rosada en lo que sería su último discurso. Con 79 años y una salud frágil, el líder justicialista hizo un llamado desesperado a la unidad nacional, consciente de la complejidad política y económica que enfrentaba el país. Ese mismo día, su condición médica empeoró, y falleció 19 días después.
Una despedida cargada de simbolismo
Al mediodía del 12 de junio, Perón apareció en el balcón de la Casa Rosada, protegido por un vidrio blindado y enfundado en un abrigo gris. En un tono que reflejaba tanto su autoridad como su fragilidad, Perón dijo: «Llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mí, es la palabra del pueblo argentino». Estas palabras resonaron como una despedida premonitoria.
Llamado a la unidad en tiempos de crisis
La situación política y económica del país era crítica. El intento de Perón de promover el «Pacto Social» había fracasado, y su proyecto de «unión nacional» mostraba signos de desintegración. La Plaza de Mayo, que una vez había sido un símbolo de su poder, ahora reflejaba la división interna de su movimiento.
Perón, consciente de su deterioro físico, había regresado a la presidencia en 1973, sabiendo que sería una tarea titánica para su salud. Su condición cardíaca era grave, y un reciente viaje a Paraguay bajo la lluvia había agravado su estado.
El esfuerzo de su último discurso y sus consecuencias
Ignorando las recomendaciones médicas, Perón decidió dirigirse al pueblo. Habló durante 13 minutos, pidiendo unidad y enfrentamiento a los enemigos del «Pacto Social». Concluyó su discurso con un emotivo agradecimiento al pueblo argentino: «Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mí, es la palabra del pueblo argentino».
El esfuerzo le costó caro. Esa noche, su salud empeoró significativamente. Los médicos informaron al día siguiente que Perón padecía una «bronquitis», pero su condición era mucho más grave.
Los últimos días de un líder histórico
En sus últimos días, Perón estuvo bajo un riguroso control médico. Aunque permaneció lúcido, su estado era crítico. El Dr. Carlos Garbelino, uno de los médicos que lo atendió, relató cómo Perón enfrentaba dificultades incluso con pequeños esfuerzos.
El 1 de julio de 1974, Juan Domingo Perón falleció, llevándose con él los recuerdos y la «maravillosa música» del pueblo argentino. Su partida marcó el fin de una era y dejó un legado indeleble en la historia del país.