«Trasfondo de tensión en la frontera entre Posadas y Encarnación: Buscando soluciones al caos y desorden»
Tensión y caos en la frontera entre Argentina y Paraguay
En la zona comercial de Encarnación, un jueves de tensión y descontento fue el escenario mientras los automovilistas esperaban cruzar la frontera hacia Argentina. La decisión administrativa de prohibir filas estáticas sobre el puente generó una situación caótica y desordenada.
El despliegue policial fue necesario para controlar la situación, ya que se vivieron momentos de gritos, insultos y amenazas entre los afectados. Además, hubo cortes de tránsito y empujones que complicaron aún más la situación. El enojo de los ciudadanos se intensificó debido a las denuncias de pedidos de coimas para acelerar los trámites o la falta de suficientes casillas de migración en el lado argentino.
En tres ocasiones, manifestantes cerraron el paso de autos, impidiendo que algunos lograran atravesar la frontera. Sin embargo, una vez superada esa barrera, el proceso en el lado argentino parecía fluir sin problemas, lo que aumentó la frustración de los afectados.
Cristian Castro, coordinador del Centro de Frontera del lado argentino, explicó que los cortes se originaron en el lado paraguayo debido a la insistencia de algunos manifestantes que buscaban que se permitieran filas en el puente. El coordinador lamentó la situación y expresó su preocupación por acelerar el flujo en ambos lados de la frontera.
Por otro lado, se aclaró que la prohibición de filas en el puente se basó en un informe de Vialidad Nacional, ya que el puente no estaba diseñado para soportar tránsito estacionado. Sin embargo, algunos comerciantes paraguayos reconocieron que esta medida buscaba preservar la durabilidad del puente.
La falta de una estrategia conjunta entre los gobiernos de ambos países y la incapacidad de los gobiernos locales para resolver el problema han contribuido a que esta situación de caos en el puente sea recurrente. La falta de herramientas para manejar las filas estáticas y la presencia de organismos de migración y aduana sin una adecuada coordinación han agravado la situación.
La región necesita urgentemente encontrar soluciones a este problema, para evitar que la tensión y el caos se repitan en el futuro. Se requiere una colaboración más estrecha entre los gobiernos y una planificación adecuada para asegurar un flujo migratorio más ordenado y seguro entre ambos países.